domingo, 12 de mayo de 2013

Reflexología podal



La reflexología es una terapia complementaria holística. Su objetivo es tratar a la persona de forma global, en lugar de un solo síntoma, basándose en que un síntoma como el dolor o una erupción cutánea suele ser el signo de un problema interno.


Trabajar exclusivamente en una parte del cuerpo puede hacer que la energía se desplace de esa zona, sólo para estancarse en otro lugar. Por eso, por lo general se comienza trabajando todo el pie para tratar a la persona de forma global, antes de centrarse en un área. Además de restablecer el equilibrio es también relajante.
 
Cualquier persona que reciba un tratamiento reflexológico debe beber mucha agua después. La reflexología estimula la circulación y la comunicación nerviosa entre todos los órganos, por lo que se produce un efecto equilibrador.

El tratamiento puede animar al cuerpo a liberar las toxinas acumuladas, que podrían  causar jaquecas o náuseas. Beber mucha agua ayuda a los riñones a trabajar de forma eficaz y a arrastrar los productos residuales del organismo hasta expulsarlos del cuerpo.

Alejandra González de Rueda, reflexóloga y terapeuta holística, 
colaboradora en Espacio Humano (Málaga)


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